Si te decimos que una dieta más saludable y el ejercicio se relacionan con la salud del corazón, probablemente no te sorprendas. Pero si te decimos que el mismo estudio que afirma esto también ha encontrado que saltarse las comidas y tomar pastillas para adelgazar fallan en la pérdida de peso, entonces ya tenemos algo más sobre lo que hablar.
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Hablemos de dieta saludable, ejercicio y salud del corazón
Un estudio vincula una dieta más saludable y mayor actividad física con la pérdida de peso y la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas, mientras que saltear comidas y tomar píldoras dietéticas recetadas se asocian con pérdida de peso mínima, mantenimiento de peso o aumento de peso. El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, analiza datos de más de 20.000 adultos estadounidenses.
El estudio se enfocó en las métricas del Life’s Essential 8 de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), una lista que promueve la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas a través de la búsqueda de métricas recomendadas en peso corporal, presión arterial, colesterol, azúcar en sangre, tabaquismo, actividad física, dieta y sueño.
Aunque la mayoría de los participantes que lograron una pérdida de peso «clínicamente significativa», del 5 % aún presentaban factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, las pautas «Life’s Essential 8» siguen siendo una herramienta útil para promover la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas a través de la búsqueda de métricas recomendadas para peso corporal, presión arterial, colesterol, azúcar en sangre, tabaquismo, actividad física, dieta y sueño.
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Pérdida de paso y factores de enfermedad cardiovascular
El estudio también destacó que la pérdida de peso «clínicamente significativa» de al menos un 5% del peso corporal no eliminó los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en muchos casos.
Sin embargo, la autora principal del estudio Colleen Spees, profesora asociada de dietética médica en la Facultad de Ciencias de la Salud y Rehabilitación de la Universidad Estatal de Ohio, afirmó que perder solo el 5% del peso corporal es significativo en términos de mejoras clínicas y alcanzable para la mayoría de las personas.
En el estudio, los adultos con pérdida de peso clínicamente significativa informaron una dieta de mayor calidad y una actividad física más moderada y vigorosa, así como un colesterol LDL más bajo que el grupo sin pérdida de peso clínicamente significativa.
Por otro lado, una mayor proporción de personas que no perdieron al menos el 5% de su peso informaron que se saltaban comidas o usaban píldoras dietéticas recetadas como estrategias para perder peso.
Spees hizo hincapié en que es necesario cambiar los comportamientos y patrones de alimentación en lugar de gravitar hacia enfoques no sostenibles y no basados en evidencia para perder peso.
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Implicaciones y próximos pasos
Dado que las estimaciones (más del 85% de los adultos en los Estados Unidos tienen al menos un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular), los resultados de este estudio son de gran relevancia para la población general. Es importante que tanto los profesionales de la salud como los individuos tomen en cuenta estos hallazgos al abordar la pérdida de peso y la prevención de enfermedades del corazón.
El estudio sugiere la necesidad de una mayor educación y apoyo a las personas que buscan perder peso y mejorar su salud cardiovascular. Los profesionales de la salud deben enfocarse en promover enfoques basados en evidencia para la pérdida de peso, como adoptar una dieta saludable y aumentar la actividad física, en lugar de recurrir a soluciones rápidas y no sostenibles, como saltarse comidas o usar píldoras dietéticas recetadas.
El estudio se publicó en el Journal of the American Heart Association el 7 de abril de 2023.
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Beneficios adicionales de una dieta saludable y ejercicio
Además de los beneficios cardiovasculares, llevar una dieta saludable y realizar ejercicio regularmente también puede tener efectos positivos en otros aspectos de la salud, como el control del azúcar en la sangre y la reducción del riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Por otra parte, una dieta balanceada y el ejercicio pueden contribuir a mejorar la salud mental y el bienestar general de los individuos.
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