Es muy común oír hablar de reaseguros. Puede que te haya surgido la duda de sí eso te influye a la hora de contratar un seguro, o incluso si es lo mismo un seguro que un reaseguro. Pero no tienes de qué preocuparte. Los reaseguros son algo que compete solo a las compañías de seguros. En este artículo te explicamos qué es el reaseguro, para qué sirve y cuántos tipos de reaseguro hay.
⇒Lee esto también: ¿Sabes cuántos tipos de seguros existen?
Qué es el reaseguro
En palabras sencillas, podríamos decir que el reaseguro es un seguro que las compañías hacen para asegurar el riesgo que asumen. Es decir, el reaseguro es un acuerdo por el cual un asegurador transfiere a otro asegurador el riesgo que asume (su totalidad o una parte).
En otras palabras, el reaseguro es una forma de proteger a las aseguradoras de asumir grandes pérdidas en caso de que ocurran eventos catastróficos o cuando tienen un gran número de siniestros que deben ser indemnizados. Por lo tanto, el reaseguro es un contrato entre una aseguradora y otra empresa de reaseguro, en el que la segunda empresa se compromete a asumir una parte del riesgo a cambio de una prima.
El mecanismo de reaseguro es una forma de dar solidez al funcionamiento del sector asegurador, y también una manera de dar tranquilidad a los asegurados, que cuentan de este modo con una garantía adicional. Y es que, al ceder parte del riesgo, las aseguradoras minimizan las posibles pérdidas que podrían hacer que la compañía quebrara.
En otras palabras, con el reaseguro se homogeneizan los valores asegurados y se limitan las responsabilidades asumidas. Esto permite el control de la frecuencia siniestral (probabilidad de ocurrencia), de la intensidad del siniestro (alcance) y de su importe (cuantía). Esto favorece una mayor capacidad y oferta de seguros para asumir riesgos.
⇒Lee esto también: Qué es el principio de solidaridad humana en los seguros
Para qué sirven los reaseguros
Los reaseguros sirven para proteger a las aseguradoras de asumir grandes pérdidas en caso de que ocurran eventos catastróficos o cuando tienen un gran número de siniestros que deben ser indemnizados. Es una forma de compartir el riesgo con otras empresas y reducir el impacto financiero de las pérdidas. El reaseguro es un factor que disminuye el riesgo para el reasegurado, evitando que este incurra en grandes pérdidas o incluso en quiebra.
Además, el reaseguro permite la financiación de las aseguradoras, ya que la diversificación de riesgos les permite incrementar el volumen de facturación al poder contratar más pólizas de seguro. Los reaseguros también son útiles para los asegurados, puesto que les permiten contar con coberturas más completas y protegerse mejor ante posibles riesgos. Al contar con un reaseguro, las aseguradoras pueden ofrecer coberturas más amplias y reducir el riesgo de no poder cumplir con sus obligaciones en caso de sufrir grandes pérdidas.
⇒Lee esto también: Claves para ahorrar al contratar un seguro
¿Qué cubren los reaseguros?
Los reaseguros cubren una amplia variedad de riesgos, desde eventos catastróficos como terremotos y huracanes hasta riesgos más comunes como accidentes de coche y enfermedades. Algunos de los riesgos más comunes que cubren los reaseguros son:
- Riesgos naturales: los reaseguros pueden cubrir riesgos como terremotos, huracanes, inundaciones y otros desastres naturales. Esto es especialmente importante para las aseguradoras que operan en zonas expuestas a estos riesgos.
- Riesgos comerciales: los reaseguros también pueden cubrir riesgos comerciales, como incendios y explosiones en edificios o fábricas, robos y pérdidas financieras. Esto es especialmente interesante para las empresas que dependen de su infraestructura o de su inventario para operar.
- Riesgos personales: los reaseguros también pueden cubrir riesgos personales, como accidentes de coche, enfermedades y pérdidas financieras. Esto es especialmente importante para las personas que dependen de su salud o de su trabajo para mantener su bienestar financiero.
- Riesgos de responsabilidad: los reaseguros también pueden cubrir riesgos de responsabilidad, como demandas por daños o lesiones causados a terceros. Esto es especialmente importante para las empresas y las personas que pueden ser objeto de demandas por daños causados a otras personas.
- Riesgos marítimos: los reaseguros también pueden cubrir riesgos marítimos, como pérdidas en el transporte marítimo o daños a barcos o carga. Esto resulta especialmente relevante para las empresas que dependen del transporte marítimo para sus actividades comerciales.
⇒Lee esto también: Las cláusulas abusivas en los contratos de seguro
Tipos de reaseguros
Existen diferentes tipos de reaseguro, entre ellos:
- Reaseguro proporcional: la aseguradora y la empresa de reaseguro comparten el riesgo de manera proporcional.
- Reaseguro no proporcional o de exceso de pérdida: la empresa de reaseguro solo se hace responsable de las pérdidas que superen un determinado umbral, conocido como deducción.
- Reaseguro de capital: la empresa de reaseguro adquiere una participación en el capital de la aseguradora a cambio de asumir parte del riesgo.
- Reaseguro de retrocesión: la empresa de reaseguro se hace responsable de una parte del riesgo asumido por otra empresa de reaseguro.
Vemos cada uno de ellos con más detalle a continuación.
Reaseguro proporcional
En el reaseguro proporcional, reasegurado y reasegurador acuerdan qué porcentaje de la prima y de los riesgos del contrato de la póliza va a asumir cada uno de ellos. Esto significa que ambas partes asumen una parte del riesgo de manera proporcional al monto asegurado.
En este tipo de reaseguro, la aseguradora y la empresa de reaseguro establecen una tasa de participación, que indica el porcentaje de riesgo que asume cada una de ellas. Por ejemplo, si la tasa de participación es del 50 %, significa que la aseguradora y la empresa de reaseguro asumen la misma cantidad de riesgo.
El reaseguro proporcional puede ser de varios tipos:
- Contrato excedente: el reasegurador se compromete a asumir un determinado porcentaje de los siniestros si se supera un importe fijado.
- Contrato cuota aparte: se establece el porcentaje de los riesgos que el reasegurado va a tomar; esto definirá la parte de la prima correspondiente.
- Contrato facultativo obligatorio: el reasegurador está obligado a aceptar los riesgos que decida ceder el reasegurado (esto hace que sea complicado encontrar una compañía reaseguradora que decida aceptar estos riesgos).
- Reaseguro no proporcional: el reasegurador asume una parte de los costes de los siniestros que supera un valor acordado, por lo que el reasegurador solo responderá ante los siniestros que superen ese valor. Se trata de una garantía en los siniestros que excedan la cantidad de dinero que se hubiera fijado.
El reaseguro proporcional es una opción beneficiosa para las aseguradoras, ya que les permite compartir el riesgo de manera equitativa y reducir el impacto financiero de las pérdidas. Además, al compartir el riesgo con otras empresas, las aseguradoras pueden ofrecer coberturas más amplias y asequibles a sus clientes.
Reaseguro no proporcional
El reaseguro no proporcional o de exceso de pérdida es una forma de compartir el riesgo en la que la empresa de reaseguro solo se hace responsable de las pérdidas que superen un determinado umbral, conocido como deducción. Esto significa que la empresa de reaseguro únicamente asume el riesgo por las pérdidas que excedan ese umbral, mientras que la aseguradora se hace cargo de las pérdidas inferiores a ese umbral.
El reaseguro no proporcional tiene varias modalidades:
- Contrato de exceso de siniestralidad. El reasegurador asume el siniestro en el momento en que la siniestralidad acumulada en el año por parte del reasegurado exceda una determinada cantidad o un porcentaje de las primas.
- Contrato de exceso de pérdida por riesgo. En el momento en que se supere la cantidad fijada, el reasegurador asume un siniestro ocurrido en un riesgo en especial: es decir, el límite de esa cantidad será por riesgo.
- Contrato de exceso de pérdida por evento. Se da cuando se producen acumulaciones de riesgos y siniestros con la misma compañía.
El reaseguro no proporcional es una opción beneficiosa para las aseguradoras, ya que les permite compartir el riesgo de manera más eficiente y reducir el impacto financiero de las pérdidas. Además, al establecer una deducción, la empresa de reaseguro puede evaluar mejor el riesgo y determinar qué pérdidas está dispuesta a asumir.
Reaseguro de capital
El reaseguro de capital es una forma de compartir el riesgo en la que la empresa de reaseguro adquiere una participación en el capital de la aseguradora a cambio de asumir parte del riesgo. Esto significa que la empresa de reaseguro se convierte en accionista de la aseguradora y adquiere derechos como tal, tales como el derecho a participar en las decisiones de la empresa y a recibir parte de los beneficios.
En el reaseguro de capital, la empresa de reaseguro no solo asume una parte del riesgo, sino que también adquiere una participación en el capital de la aseguradora. Esto puede ser beneficioso para ambas partes, ya que la aseguradora puede obtener financiación adicional y la empresa de reaseguro puede obtener un retorno de su inversión a través de los beneficios de la aseguradora.
El reaseguro de capital es una opción interesante para las aseguradoras que buscan financiación adicional y para las empresas de reaseguro que desean diversificar su cartera de inversiones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que al adquirir una participación en el capital de la aseguradora, la empresa de reaseguro asume también el riesgo de inversión y puede perder parte o la totalidad de su inversión si la aseguradora no obtiene beneficios.
Reaseguro de retrocesión
El reaseguro de retrocesión es una forma de compartir el riesgo en la que la empresa de reaseguro se hace responsable de una parte del riesgo asumido por otra empresa de reaseguro. Esto significa que la empresa de reaseguro actúa como una especie de «aseguradora de la aseguradora», asumiendo una parte del riesgo que ha sido transferido por otra empresa de reaseguro.
El reaseguro de retrocesión es una opción beneficiosa para las empresas de reaseguro que desean diversificar su cartera de riesgos y reducir su exposición a ciertos tipos de riesgos. Al asumir una parte del riesgo de otra empresa de reaseguro, la empresa de reaseguro puede reducir su propio riesgo y mejorar su solvencia financiera.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que al asumir una parte del riesgo de otra empresa de reaseguro, la empresa de reaseguro también asume el riesgo de no poder cumplir con sus obligaciones en caso de sufrir grandes pérdidas. Por lo tanto, es importante evaluar cuidadosamente el riesgo y la solvencia financiera de la empresa de reaseguro con la que se está haciendo la retrocesión.
¿En qué se diferencian los seguros de los reaseguros?
Aunque los seguros y los reaseguros son dos formas de protegerse ante el riesgo de sufrir pérdidas financieras debido a eventos imprevistos, en realidad existen algunas diferencias clave entre ambos. Son las siguientes:
- Propósito: los seguros tienen como propósito proteger a las personas o empresas aseguradas de las pérdidas financieras debidas a eventos imprevistos, mientras que los reaseguros tienen como propósito proteger a las aseguradoras de las pérdidas financieras debidas a eventos imprevistos.
- Contrato: los seguros se basan en un contrato entre la aseguradora y el asegurado, en el que se establecen las condiciones de la cobertura y el monto de la prima a pagar. Los reaseguros, por otro lado, se basan en un contrato entre la aseguradora y la empresa de reaseguro, en el que se establecen las condiciones de la cobertura y el monto del reaseguro a pagar.
- Riesgo: los seguros cubren riesgos individuales, como accidentes de coche o enfermedades, mientras que los reaseguros cubren riesgos colectivos, como eventos catastróficos o grandes siniestros.
- Participación: en los seguros, la aseguradora asume el riesgo y el asegurado paga la prima. En los reaseguros, la aseguradora y la empresa de reaseguro comparten el riesgo de manera proporcional o en función de un umbral de pérdida.
Es decir, los seguros protegen a las personas o empresas aseguradas de las pérdidas financieras debidas a eventos imprevistos, mientras que los reaseguros protegen a las aseguradoras de las pérdidas financieras debidas a eventos imprevistos. Los seguros cubren riesgos individuales y los reaseguros cubren riesgos colectivos. Además, en los seguros, la aseguradora asume el riesgo y el asegurado paga la prima, mientras que en los reaseguros, la aseguradora y la empresa de reaseguro comparten el riesgo de manera proporcional o en función de un umbral de pérdida.
¿Qué ventajas tienen los reaseguros?
Los reaseguros tienen varias ventajas tanto para las aseguradoras como para los asegurados:
Reducción del riesgo
Una de las principales ventajas de los reaseguros es que permiten a las aseguradoras reducir el riesgo de sufrir grandes pérdidas o incluso la quiebra. Al compartir el riesgo con otras empresas, las aseguradoras pueden protegerse mejor ante posibles pérdidas y ofrecer coberturas más amplias y asequibles a sus clientes.
Financiación
Los reaseguros también proporcionan financiación a las aseguradoras, ya que les permiten contratar más pólizas de seguro al diversificar el riesgo. Esto aumenta el volumen de facturación y puede mejorar la solvencia financiera de la aseguradora.
Mayor solvencia
Los reaseguros también contribuyen a mejorar la solvencia de las aseguradoras al permitirles compartir el riesgo y reducir su exposición a determinados riesgos. Esto puede mejorar la confianza de los clientes y de los inversores en la aseguradora y aumentar su valor en el mercado.
Mayor protección
Los reaseguros también ofrecen una mayor protección a los asegurados al permitir a las aseguradoras ofrecer coberturas más amplias y asequibles. Esto puede ayudar a los asegurados a estar más tranquilos ante la posibilidad de sufrir pérdidas financieras debidas a eventos imprevistos.
⇒Lee esto también: ¿Algún seguro cubre la pérdida de beneficios o la parada de la actividad empresarial?
En PuntoSeguro.com te ayudamos con tus pólizas
PuntoSeguro es una correduría de seguros digital. Somos mediadores de seguros. Es decir, son las aseguradoras las que nos pagan a nosotros por la contratación de las pólizas. Como mediadores, te podemos ayudar la compañía y la póliza que mejor se adapta a tus necesidades. Y si tienes algún problema con tu seguro durante tu relación contractual con la aseguradora, te ayudamos a gestionarlo. Todo ello sin coste adicional para ti.
Por lo tanto, si contratas cualquier seguro a través de PuntoSeguro solo tendrás que preocuparte del precio de la póliza. Y si necesitas cancelar el seguro, nosotros te ayudamos en el proceso.
Si necesitas más información para contratar un seguro o necesitas alguna aclaración adicional, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Además, en el comparador de seguros de vida de PuntoSeguro podrás comparar los precios y las condiciones de las mejores pólizas de vida del mercado, incluyendo seguros de vida con cobertura en caso de invalidez permanente absoluta. ¿Quieres más?
Contratando tu seguro de vida con PuntoSeguro tienes acceso gratuito a la app PuntoSeguro Fit. Además de tener controlada tu actividad física diaria, y contribuir a causas sociales, podrás obtener un descuento de hasta 120 € en cada renovación.
Otros artículos de interés