Artículos sobre Vida Sana
La artrosis es una enfermedad que desgasta el cartílago articular. Esa capa que recubre los huesos dentro de una articulación se vuelve más fina, más frágil y puede llegar a desaparecer. El resultado es dolor, rigidez y pérdida de movilidad. Para entender cómo frenar la artrosis, primero hay que saber por qué avanza.
Ese desgaste no ocurre de un día para otro. Suele progresar con la edad, pero hay factores que lo aceleran: el exceso de peso, las malas posturas, la falta de movimiento, los impactos repetidos o lesiones mal tratadas. También influye la predisposición genética.
Por eso, frenar la artrosis no es imposible. Es cuestión de entender qué la empeora y qué la ralentiza. Hay medidas concretas que reducen la presión sobre las articulaciones, mejoran la estabilidad y disminuyen la inflamación. Empezar cuanto antes marca la diferencia, porque el daño acumulado no se puede revertir, pero sí evitar que empeore.
Recuerda que en PuntoSeguro queremos que vivas mogollón y con buena salud. Por eso compartimos contigo, entre otras cosas, consejos e ideas que te ayuden a tener mejor calidad de vida. Ya sabes que al contratar tu seguro de vida o un seguro de salud en PuntoSeguro obtiene recompensas si superas los retos mensuales de vida activa. Si todavía no te has enterado, infórmate aquí.
Cómo frenar la artrosis con hábitos saludables
No se trata de hacer grandes cambios, sino de repetir lo que funciona cada día. Hay tres hábitos que ayudan de forma directa a la hora de frenar la artrosis: mantener un peso adecuado, moverse con regularidad y descansar bien.
- Mantener un peso adecuado para reducir presión articular. Cada kilo de más multiplica la carga sobre tus articulaciones. Rodillas y caderas lo sufren especialmente. Bajar peso, incluso solo un poco, reduce el dolor y ralentiza el deterioro. No hace falta seguir una dieta estricta. Basta con evitar procesados, reducir azúcar y aumentar frutas, verduras, legumbres y pescado azul. Comer bien ayuda a controlar la inflamación y mejora tu energía.
- Ejercicios que ayudan sin forzar tus articulaciones. Moverse es necesario, pero con sentido. La clave está en el ejercicio de bajo impacto: caminar por terreno llano, pedalear en bicicleta estática o nadar. También sirven los ejercicios de fuerza suave, como levantar la pierna en extensión o usar bandas elásticas. Ayudan a fortalecer los músculos que sujetan las articulaciones. Haz solo lo que no duela. Mejor poco cada día que nada en absoluto.
- Descanso, sueño y control del dolor. La artrosis tiene días malos. En los brotes, descansar también es parte del tratamiento. Alternar actividad y reposo evita que la articulación se inflame más. Dormir bien ayuda a regenerar tejidos y reduce la sensación de dolor. Si lo necesitas, puedes aplicar calor local para relajar la zona o frío si hay inflamación. No se trata de aguantar, sino de saber cuándo parar y cuándo seguir.
⇒Lee esto también: Inactividad y osteoartritis de rodilla: no moverse es más complicado de lo que se piensa
Cuidados cotidianos para frenar la artrosis
Lo que haces en casa también cuenta. La forma en la que caminas, el tipo de calzado que usas o cómo te sientas puede marcar la diferencia. Algunos ajustes sencillos ayudan a aliviar el dolor y a proteger las articulaciones a largo plazo.
Calor, frío y accesorios para aliviar y proteger
El calor alivia la rigidez. Puedes aplicarlo con una manta eléctrica o una bolsa caliente antes de moverte por la mañana. El frío baja la inflamación cuando hay dolor intenso. Usar ambos en función del momento te da control sin necesidad de medicación.
En algunas personas, las férulas u ortesis mejoran la estabilidad. No corrigen la artrosis, pero sí ayudan a evitar movimientos que desgastan más la articulación. Son útiles sobre todo en manos, rodillas o tobillos, y conviene usarlas con indicación profesional.
⇒Lee esto también: Caminar reduce el dolor de rodilla y frena el daño causado por la artrosis
La importancia del calzado, la postura y las ortesis
El calzado debe amortiguar. Por lo tanto, lo mejor es usar suelas gruesas, evitar los tacones y escoger zapatos que se ajusten bien al pie. Las plantillas personalizadas también ayudan, sobre todo si hay desviaciones en el apoyo.
Además, la postura es un punto que no puedes perder de vista. Evita estar mucho rato en la misma posición. Levántate si estás sentado, cambia de postura si estás de pie. Al caminar, mantén la cabeza erguida y los hombros relajados. Dormir en un colchón firme y usar sillas con respaldo adecuado también protege la espalda y las caderas.
⇒Lee esto también: ¿Qué causa dolor en la articulación del dedo gordo del pie?
Tratamientos médicos y fisioterapia para frenar la artrosis
Cuando los cuidados y los hábitos no bastan, hay que actuar con más herramientas. Los tratamientos médicos no curan, pero sí alivian el dolor y pueden ayudarte a moverte mejor. Lo importante es usarlos como parte de una estrategia, no como única solución.
Los analgésicos y antiinflamatorios reducen el dolor y la inflamación. Pueden tomarse por vía oral, aplicarse en forma de cremas o utilizarse como infiltraciones. Estas últimas se reservan para casos concretos, cuando el dolor es más localizado e intenso. Siempre deben usarse bajo supervisión médica, ya que no todas las personas los toleran bien.
En situaciones más graves, se puede recurrir a la cirugía. No es la primera opción, pero si la articulación está muy deteriorada y limita mucho tu vida diaria, puede ser útil. Hay cirugías que limpian la zona dañada, otras que corrigen la alineación y algunas que reemplazan por completo la articulación afectada.
La fisioterapia también cumple un papel clave. Sirve para recuperar movilidad, mejorar la fuerza y aprender a moverse sin forzar. Un fisioterapeuta adapta los ejercicios a tu caso concreto y te ayuda a mantener la articulación activa, sin sobrecargarla. Además, puede aplicar técnicas para aliviar el dolor y enseñarte cómo cuidar mejor tu cuerpo en cada fase de la artrosis.
⇒Lee esto también: Causas comunes de dolor de rodilla
Actitud activa para frenar la artrosis
La artrosis avanza más rápido cuando te rindes. No se trata de ser optimista sin motivo, sino de mantener una actitud activa y constante. Hacer lo que puedes cada día, aunque sea poco, es lo que marca la diferencia a largo plazo.
Aceptar los días malos, adaptar tu ritmo y seguir adelante con lo que sí puedes hacer es parte del tratamiento. La artrosis no desaparece, pero se vuelve más llevadera cuando no dejas que marque todo tu día.
Tener objetivos pequeños ayuda: caminar unos minutos más, comer mejor, probar un nuevo ejercicio, cambiar el calzado, moverte aunque no tengas ganas. Cada gesto suma. Y con el tiempo, mejora tu movilidad, reduce el dolor y te devuelve parte del control.
⇒Esto también te interesará: Los Mejores Seguros de Vida Riesgo: comparativa de precios y coberturas
Descubre PuntoSeguro Fit
Desde PuntoSeguro queremos ayudarte a tener una vida más saludable. Contratando tu seguro de salud o tu seguro de vida con PuntoSeguro tienes acceso gratuito a la app PuntoSeguro Fit.
Además de tener controlada tu actividad física diaria, y contribuir a causas sociales, podrás obtener una bonificación de hasta 120 € en cada renovación.
Otros artículos de interés
- Los mejores ejercicios para la artritis reumatoide
- El ejercicio ayuda a prevenir el daño del cartílago causado por la osteoartritis
- ¿Hacer ejercicio aumenta las probabilidades de sufrir artritis en la rodilla?
- Para ser menos sedentario búscate un amigo más activo
- ¿Cubre el seguro de salud las consultas de osteopatía?
