Las enfermedades cardiovasculares no solo siguen siendo la primera causa de muerte en España, sino que su incidencia aumenta año tras años. Según la Fundación Española del Corazón (FEC), y otros muchos organismos, el ejercicio físico, junto a una dieta equilibrada, es esencial para mantener a raya las enfermedades cardiovasculares.
A esta receta le falta un ingrediente: la vitamina D. Y, si bien es cierto que la vitamina D se puede consumir a través de la alimentación (pescados grasos, como salmón, atún, caballa y sardinas, marisco, huevo, o en algunos productos preparados enriquecidos), en realidad es que la mayoría de vitamina D llega a nuestro organismo de forma natural a través de la luz solar.
Diferentes estudios epidemiológicos han encontrado que la gente que posee un déficit de vitamina D en sangre tiene más enfermedades cardiovasculares, según explica la Dra. Regina Dalmau a la FEC. Esto no implica que exista una relación de causalidad entre ambas circunstancias. Estos se debe a que dicha esta relación puede deberse a que los bajos niveles de vitamina D estén asociados a otras situaciones que sí se convierten en factores de riesgo reales; como una dieta poco cardiosaludable o la falta de ejercicio físico.
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Combinar ejercicio con vitamina D para mejora la salud del corazón
Sea como sea la forma de conseguirla, la vitamina D, junto con el ejercicio forman un tándem perfecto para mejorar la salud del corazón y, por lo tanto, para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Da igual cómo se consiga esta vitamina. Ya sea a través de alimentos naturales, alimentos enriquecidos, luz sol o complementos nutricionales, el caso es ser consciente de la importancia que conseguir esta vitamina, que es, además, vital para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Sin embargo, parece que hacer ejercicio también ayuda a mantener niveles óptimos de vitamina D en sangre. Así lo afirma un estudio publicado en abril de 2017 realizado por investigadores de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland (EE.UU.). El estudio fue realizado a más de 10.000 adultos estadounidenses durante casi 20 años. Este sugiere un vínculo «sinérgico» entre el ejercicio y los buenos niveles de vitamina D en la reducción del riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
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Relación positiva y directa entre el ejercicio y los niveles de vitamina D
Los investigadores identificaron una relación positiva y directa entre el ejercicio y los niveles de vitamina D en la sangre. Esto puede proporcionar evidencia de que el ejercicio puede aumentar las reservas de vitamina D. También encontraron que los dos factores, ejercicio y vitamina D, trabajan mejor juntos para proteger el sistema cardiovascular.
Cabe destacar que los investigadores advierten que su estudio es observacional. Dicen que se necesitarán ensayos clínicos cuidadosamente controlados a largo plazo para establecer pruebas de causa y efecto. No obstante, el estudio apoya la idea de que la exposición a la «luz solar» para obtener vitamina D y el ejercicio son indicadores de buena salud.
En este sentido, los investigadores apuntan los beneficios de los suplementos de vitamina D aún no han sido probados para la salud del corazón. Por lo tanto, revisa tu dieta para incluir alimentos ricos en vitamina D y haz ejercicio. Y no olvides ponerte al sol un rato todos los días. Esto es especialmente importante en invierno. Si puedes hacer ejercicio al aire libre y tomar el sol a la vez, mucho mejor.
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