Durante años se ha repetido que el objetivo ideal son 10.000 pasos diarios. Sin embargo, esta cifra no se basaba en evidencia científica. Ahora, una revisión sistemática y un metaanálisis con datos de más de 35 cohortes internacionales pone el foco en una meta más realista: caminar 7000 pasos al día. Esta cantidad, lejos de ser arbitraria, se asocia con mejoras claras en salud física y mental, y puede servir como una guía práctica para personas que no realizan suficiente actividad.
Los resultados no solo desmontan el mito de los 10.000 pasos, sino que ofrecen datos precisos sobre cómo influye el movimiento diario en la prevención de enfermedades graves como la diabetes tipo 2, la depresión o las caídas en personas mayores. Además, plantean nuevas preguntas sobre a quién beneficia más este tipo de recomendación y qué límites tiene la evidencia disponible.
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¿Qué pasa en tu salud al caminar 7000 pasos al día?
Caminar 7000 pasos al día reduce de forma significativa el riesgo de morir, mejora la salud cardiovascular y protege frente a trastornos como la depresión o la demencia, según un metaanálisis internacional.
Los datos del estudio muestran que dar más pasos no empeora la salud, pero tampoco garantiza grandes avances. A partir de cierto nivel de actividad, el cuerpo ya ha activado muchos de los mecanismos protectores.
Una meta realista que reduce el riesgo de morir un 47%
Los investigadores analizaron datos de más de 160.000 personas y comprobaron que caminar 7000 pasos al día se asociaba con una reducción del 47 % en el riesgo de mortalidad por cualquier causa, en comparación con caminar solo 2000 pasos. Este efecto aparece en una curva de respuesta no lineal, lo que significa que no hace falta caminar mucho más para empezar a obtener beneficios importantes.
Además, el riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares también disminuye un 47 % a partir de esa cifra, lo que refuerza el valor de esta recomendación como estrategia preventiva básica. A diferencia del umbral tradicional de 10.000 pasos, este nuevo objetivo parece más asumible para personas que no hacen ejercicio con regularidad.
Los autores destacan que la relación se mantiene incluso cuando se tiene en cuenta la edad o el tipo de dispositivo utilizado para medir los pasos (acelerómetro o podómetro).
También se asocia con mejoras en salud mental y metabólica
Caminar 7000 pasos al día también tiene efectos claros sobre el bienestar psicológico. Según el estudio, esta cantidad se relaciona con una reducción del 22 % en el riesgo de sufrir síntomas depresivos. La asociación es lineal, lo que sugiere que cada paso cuenta, incluso si no se alcanza el umbral completo.
Por otra parte, se observó un 14 % menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, una enfermedad metabólica que está en aumento en todo el mundo y cuya aparición está muy relacionada con el sedentarismo. Estos datos confirman que una actividad tan sencilla como caminar puede tener un impacto directo en la prevención de enfermedades crónicas.
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¿7000 pasos al día son suficientes o conviene caminar más?
Caminar más de 7000 pasos al día sigue aportando beneficios, pero las mejoras son menores y tienden a estabilizarse a partir de cierto punto.
Aunque caminar más es saludable, el mayor impacto se concentra en los primeros miles de pasos. A partir de los 7000, los beneficios adicionales existen, pero son más pequeños. Esto convierte ese umbral en una meta razonable y eficaz para la mayoría de personas.
Superar los 10.000 pasos aporta beneficios menores
El análisis comparativo incluyó estimaciones para distintos umbrales, desde 2000 hasta 12.000 pasos diarios. Aunque caminar más de 7000 pasos al día mejora algunos indicadores de salud, los beneficios adicionales tienden a reducirse progresivamente. Por ejemplo, pasar de 7000 a 10.000 pasos solo mejora ligeramente el riesgo de muerte por cualquier causa, con una diferencia de apenas un 1 %.
En enfermedades concretas como el cáncer o la diabetes tipo 2, los investigadores no encontraron diferencias estadísticamente significativas entre caminar 7000 y 10.000 pasos al día. En el caso del cáncer, el riesgo de mortalidad se redujo un 37 % con 7000 pasos, y un 40 % con 10.000, una diferencia mínima que no justifica exigir metas más altas para la mayoría.
Caminar más no hace daño, pero no siempre suma
El estudio deja claro que caminar más de 10.000 pasos al día no es perjudicial. De hecho, puede ofrecer beneficios extra a quienes ya son activos. Sin embargo, la idea de que “cuanto más, mejor” no se sostiene del todo en la práctica.
Lo importante es que caminar 7000 pasos al día ofrece una proporción alta de beneficios sin necesidad de dedicar tiempo adicional. Esto lo convierte en un objetivo asumible para quienes llevan una vida sedentaria, tienen poco tiempo o no pueden practicar ejercicio intenso. Además, caminar no tiene por qué limitarse a pasear: se pueden contabilizar los pasos que se dan al subir escaleras, bailar, correr o moverse activamente en el trabajo o en casa.
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¿Qué enfermedades se pueden prevenir caminando 7000 pasos?
Caminar 7000 pasos al día reduce el riesgo de enfermedades como demencia, depresión, diabetes tipo 2, cardiopatías o ciertos tipos de cáncer.
Este número no solo mejora la esperanza de vida, sino que también protege frente a algunas de las patologías más frecuentes en la población adulta. Los efectos se han medido en distintos sistemas del cuerpo, desde el metabolismo hasta la función cognitiva.
Reducción del riesgo de demencia, depresión, diabetes y cáncer
Los datos del estudio revelan una conexión directa entre caminar 7000 pasos al día y la prevención de varias enfermedades crónicas. En el caso de la demencia, el riesgo se reduce en un 38 %, una cifra especialmente relevante en contextos de envejecimiento de la población. Para los síntomas depresivos, la disminución del riesgo es del 22 %, con una relación inversa y progresiva: cuantos más pasos, menor probabilidad de sufrirlos.
En el ámbito metabólico, caminar esta cantidad diaria se relaciona con un 14 % menos de riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, gracias a la mejora del control glucémico y la sensibilidad a la insulina. También hay una asociación con la prevención del cáncer. Aunque los resultados son más modestos, se estima una reducción del 6 % en la incidencia de tumores y un 37 % en la mortalidad asociada, lo que refuerza el valor del ejercicio como medida complementaria de salud pública.
Cada 1000 pasos extra ofrece mejoras, hasta cierto punto
El metaanálisis incluyó una estimación por tramos de 1000 pasos. A partir de los 2000 diarios, cada incremento adicional reduce de forma progresiva el riesgo de enfermedad, con efectos visibles hasta los 10.000–12.000 pasos. Sin embargo, ese beneficio se va atenuando con cada tramo.
Por ejemplo, entre los 2000 y 4000 pasos se concentra una caída brusca en el riesgo de mortalidad y enfermedades cardiovasculares. A partir de los 7000, las mejoras continúan, pero con curvas más planas. Por eso los autores insisten en que, si no puedes caminar mucho, sumar incluso 1000 pasos más al día ya tiene impacto.
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Caminar 7000 pasos al día es útil, pero no todos los grupos están bien representados en el estudio
El estudio confirma que caminar 7000 pasos al día aporta beneficios, pero la mayoría de los datos proceden de países occidentales y adultos sanos.
Aunque las cifras son sólidas y coherentes entre estudios, no todas las poblaciones estuvieron igual de representadas en el análisis. Esto limita la aplicabilidad de las conclusiones a ciertos grupos, como jóvenes, personas con movilidad reducida o habitantes de países con menor renta.
El estudio es amplio, pero falta más diversidad poblacional
La revisión incluyó 57 estudios procedentes en su mayoría de Estados Unidos, Reino Unido y Japón. Cerca del 80 % de los participantes eran adultos sanos de entornos urbanos. Aunque se incluyeron personas mayores y con enfermedades crónicas, no hubo suficientes datos para extraer conclusiones específicas en esos subgrupos.
Tampoco se diferenciaron los resultados por factores como sexo, nivel educativo, etnia o situación socioeconómica, lo que deja fuera muchas realidades que afectan a la actividad física en la vida cotidiana. El propio equipo investigador reconoce estas limitaciones y llama a reforzar los estudios en poblaciones más diversas.
Es una recomendación útil para personas con poca actividad
Aun con esas limitaciones, caminar 7000 pasos al día se perfila como una recomendación práctica para quienes no hacen ejercicio de forma regular. No requiere equipamiento, ni tiempo extra, ni condiciones físicas especiales. Para muchas personas, supone simplemente moverse un poco más en su día a día.
Además, al tratarse de una meta cuantificable y accesible, puede servir como punto de partida para mejorar hábitos sin generar frustración ni abandono. De hecho, quienes caminan muy poco (menos de 2000 pasos al día) pueden obtener grandes mejoras con solo pequeños cambios.
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Cada paso cuenta, y 7000 al día pueden marcar la diferencia en tu salud
No hace falta llegar a los 10.000 pasos para mejorar tu salud física y mental. Con 7000 pasos al día, el cuerpo ya responde con efectos medibles.
Esta cifra, respaldada por una revisión amplia y rigurosa, ofrece una alternativa realista para quienes no se sienten identificados con rutinas deportivas exigentes. Caminar más en el día a día —subiendo escaleras, haciendo recados a pie o paseando unos minutos más— puede ser suficiente para reducir el riesgo de enfermedades graves y mejorar tu calidad de vida.
El mensaje lo deja bien claro: empieza por moverte más, aunque sea poco, y conviértelo en hábito. Porque no se trata de llegar más lejos, sino de empezar a andar.
Este estudio se publicó en la revista The Lancet Public Health el 23 de julio de 2025.
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