Durante años, se ha repetido que mantener un peso dentro del rango “normal” del índice de masa corporal (IMC) es sinónimo de buena salud. Sin embargo, una investigación realizada en Dinamarca ha dado un giro inesperado a esta idea: estar demasiado delgado puede ser más peligroso que tener sobrepeso.

El estudio, presentado en el Congreso de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes, analizó los datos de más de 85.000 personas adultas. Sus resultados muestran que quienes están en la parte baja del peso considerado “saludable” presentan una mayor probabilidad de morir que aquellos con un leve sobrepeso o incluso con obesidad moderada.

Lejos de justificar hábitos poco saludables, esta investigación invita a revisar cómo entendemos el peso corporal y la salud. Más que centrarse solo en el número que marca la báscula, los expertos subrayan la importancia de factores como la distribución de la grasa, la edad o la presencia de enfermedades crónicas.

Recuerda que en PuntoSeguro queremos que vivas mogollón y con buena salud. Por eso compartimos contigo, entre otras cosas, consejos para tener una vida más saludable.

Ya sabes que al contratar tu seguro de vida o un seguro de salud con nosotros te recompensamos si superas los retos mensuales de vida activa. Si todavía no te has enterado, infórmate aquí.

El hallazgo que cambia lo que creíamos sobre el peso y la salud

Durante mucho tiempo se ha pensado que el sobrepeso acorta la vida. Sin embargo, los datos del estudio danés apuntan justo en la dirección contraria: tener unos kilos de más no siempre implica un mayor riesgo de muerte.

Los investigadores analizaron el historial de salud de más de 85.000 personas y comprobaron que quienes tenían un IMC en la franja de sobrepeso (entre 25 y 30) o incluso en la obesidad leve (30 a 35) no presentaban un riesgo de mortalidad superior al de aquellos con un IMC de 22,5 a menos de 25, considerado el extremo superior del peso normal.

Por el contrario, las personas con bajo peso o en la parte más baja del rango “saludable” tenían una probabilidad de morir mucho más alta. Este patrón se repitió en todos los grupos analizados, sin diferencias significativas por sexo, edad o nivel educativo.

En palabras de la doctora Sigrid Bjerge Gribsholt, del Steno Diabetes Center Aarhus, “tanto la delgadez extrema como la obesidad son grandes retos para la salud pública, pero el riesgo asociado al bajo peso está siendo subestimado”.

En otras palabras, el estudio pone en duda la idea de que un cuerpo delgado sea automáticamente más sano. De hecho, los resultados indican que estar demasiado delgado puede ser más peligroso que tener sobrepeso, especialmente en personas mayores o con patologías previas.

⇒Lee esto también: Así es como el ejercicio físico quema la grasa muscular

Qué dice la ciencia sobre el peso y la esperanza de vida

El equipo danés quiso comprobar si el índice de masa corporal (IMC) sigue siendo un buen indicador del riesgo de mortalidad. Para ello, analizaron los registros médicos de 85.761 personas, la mayoría mujeres con una edad media de 66 años.

El IMC se calcula dividiendo el peso entre la altura al cuadrado. Según las categorías habituales:

  • menos de 18,5 se considera bajo peso;
  • entre 18,5 y 24,9, peso normal;
  • entre 25 y 29,9, sobrepeso;
  • a partir de 30, obesidad.

Los resultados fueron sorprendentes. Durante los cinco años de seguimiento, fallecieron 7.555 personas (el 8% de la muestra). Los investigadores observaron que quienes tenían bajo peso eran casi tres veces más propensos a morir que aquellos con un IMC entre 22,5 y 25, el rango de referencia.

En cambio, las personas con sobrepeso o con obesidad leve no mostraron un aumento del riesgo, algo que contradice las recomendaciones tradicionales sobre el peso ideal. Solo a partir de un IMC de 35 se detectó un incremento moderado del riesgo de mortalidad.

Esta tendencia se mantuvo estable al ajustar los resultados por sexo, edad, nivel educativo y enfermedades previas. En definitiva, los datos confirman que estar demasiado delgado puede ser más peligroso que tener sobrepeso, al menos en términos de esperanza de vida.

⇒Lee esto también: Así es como el ejercicio regular transforma la grasa abdominal en grasa más saludable [Estudio]

Estar en el rango “normal” no siempre es garantía de salud

Aunque mantener un peso dentro del rango “normal” se asocia a menudo con una buena salud, el estudio danés demuestra que no todos los pesos considerados normales son igual de seguros.

Las personas con un IMC entre 18,5 y 20, es decir, en la parte baja del rango saludable, duplicaban el riesgo de morir en comparación con quienes estaban entre 22,5 y 25, el tramo superior del peso normal. Incluso aquellos con un IMC entre 20 y 22,5 mostraban un 27 % más de riesgo de mortalidad.

Este hallazgo sugiere que el límite inferior del peso saludable podría estar sobreestimado y que, en realidad, mantener un peso ligeramente superior podría ser más beneficioso, sobre todo en personas mayores o con enfermedades crónicas.

Los expertos advierten de que la delgadez no siempre es sinónimo de buena salud. En muchos casos, puede reflejar una pérdida de masa muscular, una alimentación insuficiente o una enfermedad subyacente. Resumiendo, estar demasiado delgado puede ser más peligroso que tener sobrepeso, y esa diferencia puede marcar la calidad y duración de la vida.

⇒Lee esto también: El tejido adiposo marrón y envejecimiento saludable están conectados, según un estudio

Las razones detrás del riesgo de estar demasiado delgado

Los investigadores apuntan varias posibles explicaciones al mayor riesgo de mortalidad entre las personas con bajo peso. Una de las principales es la causalidad inversa, es decir, que algunas personas pierden peso debido a una enfermedad previa, y no al revés. En esos casos, no es la delgadez la que provoca la muerte, sino la enfermedad que la causa.

Otra hipótesis está relacionada con el envejecimiento. A medida que cumplimos años, el cuerpo cambia: disminuye la masa muscular, el metabolismo se vuelve más lento y la reserva energética del organismo se reduce. Por eso, un ligero sobrepeso puede actuar como un “colchón” protector frente a infecciones o procesos degenerativos.

También influye el aspecto nutricional. Estar por debajo del peso adecuado puede llevar a déficits de vitaminas, proteínas y minerales esenciales, debilitando el sistema inmunitario y reduciendo la capacidad del cuerpo para recuperarse ante enfermedades.

En resumen, las causas del riesgo no son solo estéticas o estadísticas. Detrás de esa delgadez puede haber problemas metabólicos, pérdida de masa muscular o enfermedades no diagnosticadas, lo que refuerza la idea de que estar demasiado delgado puede ser más peligroso que tener sobrepeso.

⇒Lee esto también: Dietas ultraprocesadas y aumento de grasa: aunque no comas más calorías te afecta

Qué significa realmente estar metabólicamente sano

El estudio también respalda un concepto cada vez más aceptado entre los especialistas: el de las personas “metabólicamente sanas”, es decir, aquellas que, a pesar de tener sobrepeso o incluso obesidad leve, mantienen valores normales de presión arterial, azúcar en sangre y colesterol.

Este fenómeno sugiere que el exceso de peso no siempre equivale a mala salud. Todo depende de cómo se distribuye la grasa corporal y de cómo responde el organismo a ese exceso.

Los investigadores destacan que la grasa abdominal, la que se acumula alrededor de los órganos internos, es la más perjudicial para la salud, ya que está relacionada con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. En cambio, la grasa que se concentra en caderas y muslos tiene un efecto menos dañino e incluso puede ofrecer cierta protección.

Por tanto, dos personas con el mismo índice de masa corporal pueden tener niveles de salud muy distintos según la distribución de su grasa y su estado metabólico general. De ahí la recomendación de los expertos de personalizar los tratamientos y objetivos de peso, valorando factores como la edad, el estilo de vida o las enfermedades asociadas.

Por lo tanto, más allá del número que marca el IMC, lo que realmente importa es cómo funciona el cuerpo por dentro.

⇒Lee esto también: Una dieta más saludable está relacionada con un ritmo de envejecimiento más lento y un menor riesgo de demencia, según un estudio

Más allá del IMC: hacia una visión personalizada del peso y la salud

El índice de masa corporal ha sido durante décadas la referencia para evaluar el peso, pero cada vez más estudios muestran sus limitaciones. El IMC no distingue entre grasa y masa muscular, ni tiene en cuenta la edad, el sexo o la distribución del tejido adiposo. Por eso, los especialistas recomiendan no usarlo como única medida de salud.

La investigación danesa refuerza la necesidad de una visión más individualizada. Dos personas con el mismo IMC pueden tener riesgos muy diferentes según su alimentación, su nivel de actividad física o la presencia de enfermedades metabólicas.

Los expertos insisten en la importancia de mantener una composición corporal equilibrada, más que alcanzar un número concreto en la báscula. Dormir bien, comer de forma variada y moverse con regularidad influyen mucho más en la salud general que una cifra aislada.

En definitiva, el peso corporal es solo una parte de una ecuación mucho más compleja. Comprender que estar demasiado delgado puede ser más peligroso que tener sobrepeso ayuda a desterrar viejos mitos y a enfocar la salud desde una perspectiva más realista y compasiva.

⇒Esto también te interesará: Los Mejores Seguros de Vida Riesgo: comparativa de precios y coberturas

Descubre PuntoSeguro Fit

Desde PuntoSeguro queremos ayudarte a tener una vida más saludable. Contratando tu seguro de salud o tu seguro de vida con PuntoSeguro tienes acceso gratuito a la app PuntoSeguro Fit.

Además de tener controlada tu actividad física diaria, y contribuir a causas sociales, podrás obtener una bonificación de hasta 120 € en cada renovación.

Otros artículos de interés