En estos días en los que empezamos a disfrutar de la nueva normalidad vemos que todavía hay mucha gente que no guarda la distancia social. Y que no usa mascarilla; o, peor aún, que no la usa correctamente. Pero la mascarilla es, ahora mismo, lo que realmente nos da posibilidad de no contraer el nuevo coronavirus.
Y es que las mascarillas son críticas para prevenir la propagación de la COVID-19, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Texas A & M. El estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences a mediados de junio de 2020, encontró que usar una mascarilla facial detuvo la propagación del virus de persona a persona.
Mascarilla para detener la propagación de la COVID-19
El estudio ha encontrado que no usar una mascarilla facial aumenta dramáticamente las posibilidades de una persona de ser infectada por el virus COVID-19.
El equipo examinó las posibilidades de infección por COVID-19 y cómo el virus se transmite fácilmente de persona a persona. A partir de las tendencias y los procedimientos de mitigación en China, Italia y la ciudad de Nueva York, los investigadores encontraron que el uso de una mascarilla facial redujo el número de infecciones en más de 78.000 en Italia del 6 de abril al 9 de mayo. Y en más de 66.000 en la ciudad de Nueva York desde el 17 de abril hasta el 9 de mayo.
Los investigadores aseguran que los resultados de su estudio «muestran claramente que la transmisión en el aire a través de aerosoles respiratorios representa la ruta dominante para la propagación de la COVID-19.
Al analizar las tendencias de la pandemia sin cubrirse la cara usando el método estadístico y al proyectar la tendencia, los investigadores calcularon que más de 66.000 infecciones se previnieron usando una mascarilla facial en poco más de un mes solo en la ciudad de Nueva York. Por eso concluyen que usar mascarilla en público es el medio más efectivo para prevenir la transmisión interhumana.
Usar mascarilla es esencial para combatir el virus
Este estudio, dicen los investigadores, establece muy claramente que el uso de una mascarilla facial no solo es útil para evitar que las gotas de tos infectadas lleguen a personas no infectadas; sino que también es crucial para estas personas no infectadas para evitar respirar las diminutas partículas atmosféricas que emiten las personas infectadas cuando hablan. Y eso puede permanecer en la atmósfera decenas de minutos. Y moverse varios metros también.
Según los investigadores, los resultados de este estudio deberían enviar un mensaje claro a las personas en todo el mundo: usar mascarilla es esencial para combatir el virus.
No olvidemos la distancia social y la higiene de manos
«Nuestro trabajo sugiere que el fracaso en contener la propagación de la pandemia de COVID-19 en todo el mundo se atribuye en gran medida a la importancia no reconocida de la transmisión del virus en el aire»; dicen los investigadores. «El distanciamiento social y el lavado de manos deben continuar, pero eso no es suficiente protección. Usar una mascarilla facial y practicar una buena higiene de manos y distanciamiento social reducirá en gran medida las posibilidades de que alguien contraiga el virus COVID-19».
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