La fatiga mental y el envejecimiento están estrechamente relacionados. A medida que pasan los años, las tareas que antes exigían concentración o esfuerzo cognitivo pueden generar un cansancio mental más acusado y duradero. Ahora, un nuevo estudio realizado por la University of Birmingham en colaboración con la Universidad de Extremadura aporta una conclusión clara: las personas mayores que hacen ejercicio de forma habitual soportan mejor ese desgaste mental que quienes llevan una vida sedentaria.

Los investigadores compararon a adultos mayores activos y sedentarios, en diferentes estados de descanso y fatiga, y observaron una diferencia evidente. Quienes mantenían una rutina de actividad física regular obtenían mejores resultados tanto en pruebas cognitivas como físicas, incluso después de un esfuerzo mental. El ejercicio, según el estudio, se convierte en una herramienta eficaz para protegerse frente al impacto del envejecimiento cuando aparece la fatiga mental.

Recuerda que en PuntoSeguro queremos que vivas mogollón, pero bien, en buenas condiciones físicas y mentales. Y eso incluye hacer ejercicio. Ya sabes que al contratar tu seguro de vida o un seguro tu seguro de salud con nosotros, te recompensamos si superas los retos mensuales de vida activa. Si todavía no te has enterado, infórmate aquí.

Qué es la fatiga mental y por qué empeora con la edad

La fatiga mental es ese estado de agotamiento que aparece tras realizar tareas que exigen esfuerzo cognitivo. En personas mayores, sus efectos se acentúan: disminuye la capacidad para concentrarse, resolver problemas o mantener la atención durante largos periodos. El estudio citado lo deja claro: el envejecimiento agrava estos efectos, y lo hace aún más si se combina con una vida sedentaria.

Los investigadores analizaron el rendimiento de personas mayores en pruebas físicas y mentales. Comprobaron que, cuando estas pruebas se realizaban en un estado de fatiga mental, los resultados eran peores en comparación con quienes estaban descansados. Pero además, quienes tenían entre 65 y 79 años y llevaban una vida sedentaria rendían claramente por debajo de los adultos más jóvenes del estudio (de entre 52 y 64 años), especialmente tras haber sido sometidos a un esfuerzo mental previo.

Este patrón se repitió en un segundo grupo, compuesto por personas de entre 66 y 72 años. De nuevo, los participantes físicamente activos superaron a sus compañeros sedentarios en todas las pruebas, tanto en situación de descanso como de fatiga. Estos resultados refuerzan la idea de que la fatiga mental se agrava con la edad, pero también de que no todas las personas mayores responden igual: el estilo de vida marca una diferencia notable.

⇒Lee esto también: Prevenir enfermedades cardiovasculares con ejercicio y alimentación saludable es posible, incluso tras la menopausia

Lo que dice la ciencia sobre fatiga mental y envejecimiento

El estudio conjunto de la University of Birmingham y la Universidad de Extremadura examinó cómo influye el envejecimiento en la fatiga mental y qué papel juega la actividad física en ese proceso. Se trató de una investigación en dos fases con personas mayores, todas ya retiradas, comparando su rendimiento en distintas condiciones.

En la primera parte, se evaluó a hombres sedentarios de entre 65 y 79 años. Cuando se les sometió a tareas cognitivas y físicas tras un esfuerzo mental, su rendimiento fue claramente inferior al de un grupo más joven (de entre 52 y 64 años). Los efectos negativos fueron más marcados cuando estaban mentalmente fatigados.

En la segunda fase participaron tanto hombres como mujeres, de entre 66 y 72 años. Aquí se observó que las personas físicamente activas rindieron mejor en todas las condiciones, incluso después de haber sido sometidas a fatiga mental. La diferencia con el grupo sedentario fue significativa tanto en el plano cognitivo como físico.

Según el profesor Chris Ring, autor principal del estudio, la actividad física habitual se asocia con una mejor condición física, mayor capacidad de ejercicio, mejor funcionamiento cognitivo y mayor resistencia a la fatiga mental. Para las personas mayores, el ejercicio regular no solo ayuda a mantenerse en forma: también reduce el impacto del envejecimiento en momentos de esfuerzo mental.

⇒Lee esto también: La actividad física reduce el riesgo de 19 enfermedades crónicas: ¿estás moviéndote lo suficiente?

Ejercicio regular, una estrategia real contra el deterioro mental

Según el estudio, las personas mayores que practican ejercicio de forma regular obtienen mejores resultados tanto físicos como cognitivos, incluso cuando están mentalmente fatigadas. Esta diferencia no es puntual. Se repite en distintas situaciones y se mantiene frente a personas de edades similares que no hacen actividad física habitual.

El ejercicio, en este contexto, funciona como una intervención eficaz frente a los efectos del envejecimiento. No solo mejora la capacidad física o la resistencia al esfuerzo: también protege la mente frente al desgaste que produce el cansancio mental. Esta relación entre actividad física y resistencia cognitiva se confirmó en ambos grupos analizados por los investigadores.

El profesor Chris Ring resume este hallazgo de forma directa: el ejercicio regular aumenta la forma física, mejora la capacidad de respuesta mental y refuerza la resistencia ante la fatiga. Esto lo convierte en una herramienta sencilla y efectiva para cualquier persona mayor que quiera envejecer con más calidad de vida.

⇒Lee esto también: Así es como la actividad física mejora la tolerancia al dolor crónico, según un estudio

Cómo entrenar cuerpo y mente al mismo tiempo

El estudio no solo se limita a observar los beneficios del ejercicio. También sugiere cómo sacarle más partido en el día a día, especialmente cuando el objetivo es reducir el impacto de la fatiga mental y el envejecimiento.

El profesor Chris Ring propone tres pasos clave:

  1. Aumentar los niveles de actividad física regular. Cualquier mejora en la frecuencia o intensidad del ejercicio ya puede generar efectos positivos en la salud física y cognitiva.
  2. Realizar calentamientos que combinen tareas físicas y mentales. Prepararse antes de un esfuerzo físico mediante ejercicios que también activen la mente puede mejorar el rendimiento, sobre todo cuando se parte de un estado de fatiga mental.
  3. Aplicar el método BET (Brain Endurance Training). Esta estrategia combina ejercicios físicos con tareas cognitivas simultáneas, con el objetivo de aumentar la capacidad de la mente para resistir el agotamiento. Es un entrenamiento que desafía cuerpo y mente al mismo tiempo, pensado para mejorar el rendimiento incluso en situaciones exigentes.

Estas recomendaciones refuerzan la idea de que el ejercicio no solo se hace con el cuerpo. Cuando se entrena de forma completa, también se entrena la capacidad de pensar, decidir y resistir el desgaste mental que acompaña al envejecimiento.

Este estudio se publicó en abril de 2025 en el Journal of Aging and Physical Activity.

⇒Esto también te interesará: Los Mejores Seguros de Vida Riesgo: comparativa de precios y coberturas

Descubre PuntoSeguro Fit

Desde PuntoSeguro queremos ayudarte a tener una vida más saludable. Contratando tu seguro de salud o tu seguro de vida con PuntoSeguro tienes acceso gratuito a la app PuntoSeguro Fit.

Además de tener controlada tu actividad física diaria, y contribuir a causas sociales, podrás obtener una bonificación de hasta 120 € en cada renovación.

Otros artículos de interés