Un plan de pensiones es una forma de ahorrar para hacer frente a la reducción del poder adquisitivo que tiene lugar cuando nos jubilamos y ya no podemos trabajar más. Lo que pasa que, el sistema de jubilación estatal no es lo suficientemente fuerte como para asegurar un buen nivel de vida llegados a este punto con la remuneración que se obtiene. Además, para poder acceder a este servicio, debemos cumplir unos requisitos que, desafortunadamente y por diversas circunstancias, no siempre podemos cumplir. Es entonces cuando la opción de los planes de pensiones se presenta como una excelente alternativa.
Plan de pensiones para complementar la jubilación
La idea en cualquier caso es que el plan de pensiones sea un complemento de nuestra jubilación y no un sustituto. A estos efectos, cuanto antes lo hagamos, más ahorro generaremos y, por tanto, mejores ventajas al llegar la jubilación. Cabe decir, que cuando finalmente podemos disfrutar de nuestro plan de pensiones, lo hacemos del valor que hemos invertido más los intereses que ha generado; ya que durante todo el tiempo desde que comenzamos a ahorrar hasta que finalmente obtenemos los resultados de nuestro tiempo de ahorro, la entidad con la que hemos hecho nuestro plan de pensiones ha movilizado el dinero, invirtiéndolo generalmente en un fondo, y generando así un mayor beneficio del capital que se incrementa significativamente.
Alternativas
Una condición de los planes de pensiones es que no se pueden rescatar hasta llegada la jubilación salvo casos muy puntuales, como podría ser el fallecimiento de quien participa con nosotros en el plan de pensiones, en los casos de invalidez absoluta y permanente, en caso de agotar la prestación por desempleo, en caso de enfermedad grave, o para detener la ejecución de la vivienda principal en caso de embargo. En cualquier caso, los planes de pensiones no son la única alternativa de ahorro para el periodo de jubilación. Existe una muy interesante: los seguros de vida de rentas.
Los seguros de vida de rentas tienen como objetivo transformar, llegada la jubilación, los ahorros invertidos en una renta complementaria a la percibida de forma estatal. También aplican un beneficio fiscal. La renta percibida puede ser mensual o pactarse con otra periodicidad en base a nuestras propias necesidades. Tienen en cuenta incluso a personas mayores de 50 años que cuenten con cierto patrimonio acumulado y deseen convertirlo en una renta, aunque no suele ser lo habitual. Generalmente se suele mantener el capital que se ha aportado para que lo reciban los herederos designados.
El capital invertido también genera unos intereses que se pueden cobrar automáticamente se realice la póliza o posponerlo para recibirlo tiempo después, lo que se conoce como renta diferida. El seguro de vida de rentas también permite que se realice por parte de dos personas, y que al fallecer una, el otro pase a acumular ambos dos ingresos. Y si no existen herederos, también hay formas para disfrutar de todo el capital que se ha aportado íntegramente. Al igual que en los planes de pensiones, rescatar el dinero no es sencillo aunque los seguros de vida de rentas tienen mayor flexibilidad que los planes de pensiones. Con toda esta información ¿con cuál te quedas?
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