¿Sabías que la enfermedad renal crónica es la causa no transmisible de muerte que más aumentó en el mundo en los últimos 20 años? ¿Sabías que en España la prevalencia de la enfermedad renal crónica creció un 20 % en la última década? ¿Y que esta enfermedad afecta al 10 % de los españoles, es decir, a algo más de 4 millones personas?
Una de las recomendaciones que hace la Organización Mundial de la Salud para mantener la salud de los riñones es mantenerse en forma y activo, ya esto ayuda a reducir la presión arterial, lo cual reduce el riesgo de enfermedad renal crónica.
Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de Delaware, EE. UU., ha demostrado que el ejercicio también es útil en caso de personas con enfermedad renal crónica. Estudio ha encontrado que un programa especialmente diseñado para estos casos mejora la salud de los vasos sanguíneos.
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Combatir la enfermedad renal crónica con ejercicio
Los investigadores invitaron a un grupo de pacientes en una etapa temprana de enfermedad renal crónica a participar en un programa supervisado de ejercicios especialmente diseñado para ellos.
El estudio mostró que el programa de ejercicios mejoró la salud de sus vasos sanguíneos y la capacidad de ejercicio. Igualmente importante es el hecho de que los pacientes informaron de mejoras en su calidad de vida cotidiana como resultado de ser más activos.
El final del estudio resultó ser solo el comienzo para los participantes. Estos quisieron seguir haciendo ejercicio; sin embargo, carecían de un ambiente seguro y supervisado.
Para satisfacer la demanda, el laboratorio del equipo de investigación inició un programa de rehabilitación renal para pacientes con enfermedad renal crónica, un programa abierto a personas que no reciben diálisis, pacientes de diálisis y aquellos que han recibido un trasplante de riñón.
El equipo trabaja individualmente con cada paciente para alcanzar sus metas, ya sea controlar la presión arterial o perder peso para un trasplante.
Los investigadores explican que «el ejercicio puede tener una serie de beneficios para la salud de estos pacientes que van desde mantener su diabetes bajo control, el mantenimiento de los músculos sanos y de los vasos sanguíneos para controlar las ganancias de peso después de un trasplante que están asociados con los medicamentos recetados».
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